EXPONERSE AL SOL EVITARÍA MÁS DE 10 ENFERMEDADES.

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La pérdida del contacto con la radiación ultravioleta puede generar un déficit de vitamina D, fundamental para la salud ósea y muscular.

Entre el otoño que empieza y el aislamiento social obligatorio impuesto, el déficit de vitamina D se acrecienta y trae aparejado problemas para la salud.

La falta excesiva de esta vitamina puede causar enfermedades crónicas y en el extremo, mortales. Dolores musculares, huesos debilitados, ánimo decaído, son algunos de los inconvenientes. Por eso, los especialistas recomiendan buscar caminos alternativos para obtenerla.

“En todo lo que sea metabolismo óseo, mineral, esqueleto, absorción de calcio, raquitismos y osteomalacia, está muy demostrado el efecto positivo de la vitamina D”, explica a Con Bienestar la doctora Beatriz Oliveri (M.N. 55.648), médica osteóloga, especialista en osteoporosis.

En las acciones llamadas no clásicas, en las cuales están la diabetes, esclerosis múltiple, enfermedades respiratorias, autoinmunes, cardiovasculares y cáncer, “se vio, principalmente, que hay una asociación entre mayor prevalencia de esas patologías cuando los niveles de vitamina D son más deficientes“.

La vitamina D es necesaria para el sistema inmunitario, para los huesos, los músculos y los nervios, entre otros. Es sumamente importante tenerla en niveles óptimos. Por lo contrario, su déficit puede generar las siguientes enfermedades que describe Oliveri.

Afecciones
HAY UNA ASOCIACIÓN ENTRE MAYOR PREVALENCIA DE ESAS PATOLOGÍAS CUANDO LOS NIVELES DE VITAMINA D SON MÁS DEFICIENTES

Enfermedades respiratorias
Una deficiencia de vitamina D se relaciona con infecciones del aparato respiratorio superior, como la influenza o el virus sincitial respiratorio en los bebés, entre otros. “Un metaanálisis indica que si a los pacientes con estos faltantes les das una dosis semanal o diaria de vitamina D, disminuye entre el 30 y el 40 por ciento la posibilidad de desarrollar enfermedades respiratorias”, describe la experta en osteoporosis.

Y esto es importante ahora con el COVID-19 porque esta vitamina, a nivel de epitelio respiratorio, mezcla las dos inmunidades. Por un lado, la innata, que favorece a que el epitelio se mantenga parejo, mantenga la integridad de las mucosas del sistema respiratorio y mejore a estas sustancias que destruyen los virus.

Por el otro lado, “disminuye las reacciones inflamatorias, una buena acción para disminuir la tormenta de citoquinas que desata el organismo cuando intenta defenderse del COVID-19″.

Enfermedades cardiovasculares
La especialista indica que hay estudios en hipertensión que señalan una menor prevalencia de la patología ante mejores niveles de vitamina D. “También habría mejor función muscular cardíaca porque ayuda a la proliferación y diferenciación de los cardiomiocitos (las células del músculo cardíaco) y menor prevalencia de infartos”.

“La vitamina D se asocia inversamente con enfermedad coronaria, con infarto de miocardio, con insuficiencia cardíaca y con hipertensión”, explica Oliveri.

Fracturas y osteoporosis
La dosis incorrecta de vitamina D disminuye los niveles de calcio que necesitan los huesos y esto aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas.

“Está demostrado que la deficiencia de vitamina D en los chicos causa raquitismo. Los huesos no se mineralizan, son débiles y se pueden deformar“, indica Oliveri y agrega: “En algunos casos, con mayor deficiencia y calcio muy bajo en sangre pueden generar convulsiones o tetania, o sea, complicaciones más severas en los chicos”.

En los adultos, esta deficiencia causa osteomalacia: debilidad muscular, huesos débiles y mucho dolor. Y en personas mayores, osteoporosis. La médica indica que la vitamina D debe acompañar a todos los tratamientos que se lleven acabo en estos casos.

Cáncer colorrectal
“Si bien se asoció con muchos cánceres, en el que tiene mayor probabilidad de que los buenos niveles de vitamina D ejerzan protección contra el desarrollo es el cáncer colorrectal”, afirma la médica osteóloga.

Información que también sustenta la World Cancer Research Foundation, institución internacional referencial en materia de cáncer, que afirma que hay una menor incidencia también de cáncer de próstata.

En este último punto, Oliveri precisa que hay algunos trabajos que llegaron a la conclusión que cuando hay mejores niveles de vitamina D hay menor probabilidad de que evolucione a un cáncer prostático agresivo.

Enfermedades autoinmunes
“En general, la vitamina D lo que hace con esta inmunidad adaptativa es favorecer la tolerancia inmunológica. Con lo cual, ayuda que haya una disminución en la prevalencia de estas enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1, enfermedad de chron, artritis reumatoidea o esclerosis múltiple, entre otras”, explica.

Lo que hace, es disminuir la autoinmunidad, por lo que se tolera y se desarrollan menos esas enfermedades.

Diabetes tipo 2
La vitamina D mejora la secreción de insulina por el páncreas y protege la célula. Los buenos niveles de esta vitamina disminuyen la resistencia a la insulina a nivel de los tejidos.

“Esto se da porque estimula la síntesis del receptor de insulina y mejora su sensibilidad en músculo y tejido adiposo para que puedan utilizar bien la glucosa. Además, inhibe estas citoquinas inflamatorias que pueden actuar negativamente sobre estas células”, describe.

Depresión
La falta de vitamina D se relaciona con un gran número de trastornos psíquicos, uno de ellos es la depresión. “La luz solar es clave para nuestro estado de ánimo. Entre más largo es el período de luz, mayor el sentimiento de bienestar general. Tenemos más energía, nos sentimos más activos, más creativos y felices”, indica la doctora Aarohee Desai-Gupta, del Colegio Real de Psiquiatras del Reino Unido, según el portal Cultura Colectiva.

“Lo de la depresión viene de años, está bien que tiene relación con los niveles de vitamina D, pero también por ahí con la acción directa del sol. Hay mucho en estudio, pero para mi hay que estudiarlo más“, asegura Oliveri.