LA IMPORTANCIA DE UNAS FIESTAS SIN ESTRUENDOS.

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En la víspera de la Nochebuena, distintas organizaciones y personas se unieron nuevamente para destacar la importancia de evitar el uso de pirotecnia sonora durante las celebraciones navideñas. A pesar de las prohibiciones existentes y las campañas de concientización, los pedidos resonaron fuertemente en las redes sociales.

El Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) hizo hincapié en que, aunque los accidentes oculares por pirotecnia han disminuido en un 60% en los últimos años, es crucial tomar precauciones. Alertaron sobre los riesgos asociados al destape o la explosión de botellas, así como al uso de pirotecnia, especialmente en niños, donde las conocidas «estrellitas» son una fuente de peligro.

Sumándose a la iniciativa, el Ministerio Público Tutelar (MPT) porteño lanzó campañas en redes sociales para concientizar sobre los riesgos de la pirotecnia sonora. Bajo el lema «la pirotecnia no es un juego», destacaron que todos los artículos pirotécnicos pueden causar lesiones físicas, incluso a quienes no los manipulan directamente.

La campaña en línea «Festejos Sin Torturas» ha ganado impulso con más de 190 mil firmas, abogando por una ley nacional que prohíba el uso de pirotecnia. En palabras de uno de los impulsores, cuyo hijo autista se ve afectado por el ruido de los fuegos artificiales, la intención es convertir las festividades en momentos de celebración para todos.

En cuanto a las prohibiciones, la provincia de Buenos Aires implementó la Ley 15.406 a principios de este año, prohibiendo la venta y el uso de pirotecnia de alto impacto sonoro. Otras provincias, como Santa Fe, Tucumán, Jujuy, y Tierra del Fuego, también han adoptado medidas restrictivas.

Córdoba, por su parte, cuenta con la Ley 10.326 del Código de Convivencia Ciudadana, que no prohíbe la venta pero regula el uso en espectáculos públicos. Numerosos municipios en la provincia han establecido ordenanzas locales para limitar la venta y el uso de pirotecnia.

En Ushuaia, Tierra del Fuego, está vigente una prohibición total de pirotecnia desde 1992, extendiéndose en 2016 a los espectáculos de fuegos artificiales organizados por el municipio. En este contexto, la llamada colectiva es clara: celebremos las fiestas sin comprometer la seguridad y el bienestar de todos.