ClimaMedio ambienteRegionales

Vera sufrió una de las lluvias más intensas de los últimos años: 400 mm en seis horas.

Compartir

La ciudad de Vera atraviesa una difícil situación tras un temporal que dejó calles anegadas, evacuados y clases suspendidas. La intendenta Paula Mitre decretó la emergencia climática y pidió asistencia urgente. Dos dotaciones de bomberos de Malabrigo concurrieron para ayudar en esta catástrofe climática.

Durante la madrugada del lunes, la ciudad de Vera, en el norte de la provincia de Santa Fe, fue duramente golpeada por una intensa tormenta que dejó como saldo más de 400 milímetros de agua acumulada en tan solo seis horas, generando múltiples inconvenientes y serias complicaciones para los vecinos.

La intendenta Paula Mitre explicó que, si bien los desagües están operativos, la magnitud de la lluvia provocó el colapso del sistema de drenaje urbano. “Afortunadamente están evacuando bien las calles, los desagües están trabajando, pero la verdad es que la ciudad se ha visto colapsada por una tormenta muy fuerte”, expresó en diálogo con Cadena 3.

El temporal comenzó cerca de las 19 del domingo y se extendió hasta las 3 de la madrugada del lunes. Mitre destacó que “no sé si hay una ciudad preparada para no sufrir daños con una lluvia de tal intensidad”.

Uno de los factores que agrava la situación es la ruta nacional 11, que actúa como una barrera al escurrimiento del agua. “A pesar de nuestras gestiones y denuncias al Gobierno nacional, el problema persiste”, lamentó la jefa comunal.

El secretario de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, confirmó que también hubo lluvias importantes en otras localidades, pero señaló que “la mayor descarga de agua, con más de 400 milímetros, se registró en Vera”.

Como parte de las medidas de emergencia, se suspendieron las clases y se desplegaron equipos de bomberos y personal de rescate en los sectores más afectados. Mitre firmó el decreto que establece la emergencia climática en la ciudad.

La situación social es también preocupante. “Sabemos que muchas familias se niegan a dejar sus casas y están pasando la noche en condiciones difíciles”, expresó Mitre, quien remarcó que muchos de los afectados se desempeñan en trabajos informales, lo que agrava aún más el impacto del temporal.